22 DE FEBRERO: DÍA DE LA IGUALDAD SALARIAL

22 Feb, 2022 | Igualdad y Conciliación

“La igualdad en el entorno laboral es un compromiso necesario para garantizar un trabajo digno. Erradicar la brecha retributiva y la precariedad son condiciones imprescindibles para avanzar hacia una sociedad más justa que haga valer los derechos de las mujeres”

Para sensibilizar a la ciudadanía contra la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, se promueve en España y en la Unión Europea un día dedicado a la lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral. El 22 de febrero es el Día de la Igualdad Salarial. El objetivo de este día es poner de relieve que mujeres y hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de un trabajo de igual valor. Las mujeres de cualquier edad, sector en el que trabajen, tipo de jornada o contrato, tienen que trabajar más para ganar lo mismo que los hombres.

En todos los países, a las mujeres se les paga menos que a los hombres, con una brecha salarial de género estimada en un 23% a nivel mundial. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas siguen estancados debido a la persistencia de desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres y que afecta a todos los ámbitos de la sociedad.

La lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral es un compromiso que la FeSMC UGT tiene adquirido en sus principios generales.

La nueva normativa legislativa impulsada desde el año 2019 y que se ha desarrollado con la promulgación de los Reales Decretos2 que abordan la negociación de los planes de igualdad en las empresas y la necesidad de la realización de auditorias retributivas y registros salariales, nos interpelan como agentes sindicales a mostrar las brechas de género detectadas a través de estas herramientas, con la finalidad de corregirlas y, en definitiva, eliminarlas.

La existencia de brecha salarial de género procede, en gran medida, de la desigualdad y la discriminación estructural que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida y, en particular, de la infravaloración del trabajo de las mujeres y de la falta de corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades domésticas y de cuidados. La brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras se explica por la interseccionalidad de diferentes cuestiones, como la mayor presencia femenina en trabajos a tiempo parcial, una parcialidad, en muchas ocasiones involuntaria, pero también por factores vinculados a la discriminación estructural de género, como la doble jornada laboral, la feminización de las tareas de cuidado y, por supuesto, también por la infravaloración retributiva a las profesiones feminizadas.

La brecha salarial entre mujeres y hombres difiere si se tienen en cuenta variables como el tipo de contrato, jornada, ocupación, antigüedad, edad, nivel de estudios, etc. Estas variables se consideran causas subyacentes a las diferencias de retribución entre mujeres y hombres y, por tanto, causas de la existencia de brecha salarial de género, reflejando tanto la discriminación por razón de sexo, como las desigualdades relacionadas con la educación y el mercado de trabajo. Y es que si bien, la brecha salarial es fruto de múltiples factores y de un sistema que reproduce y mantiene las desigualdades, como se indicaba, la pandemia ha puesto de manifiesto que somos todavía las mujeres las que asumimos la mayoría de los cuidados, y como bien sabemos nos ha puesto a la cola para la reincorporación al trabajo tras el estado de alarma, continuando asumiendo el cuidado de los menores y de las personas mayores y dependientes (casi el 92% de las personas que solicitaron excedencias para cuidar a sus hijos e hijas en el tercer trimestre de 2020 fueron mujeres).

La brecha salarial se va reduciendo muy lentamente. En los últimos años, el aumento del salario mínimo interprofesional ha tenido un efecto corrector de la brecha salarial de género. Este impacto de la subida del SMI es más relevante en las trabajadoras, dado que nosotras copamos en mayor proporción los niveles peor retribuidos en el mercado de trabajo (un 55% de mujeres frente a un 45% de hombres en el suelo salarial que supone el SMI). La lucha sindical, que se ha traducido en la subida del SMI a 1000 euros para 2022, es una lucha por y para las mujeres, dirigida a corregir la discriminación salarial existente. Una lucha que contribuye a reducir la brecha salarial de género. En los próximos años también actuará, previsiblemente en este sentido, la nueva reforma laboral, al reducir y limitar la temporalidad del empleo, fomentando la estabilidad y, sobre todo, al dar preferencia aplicativa al convenio sectorial, que incrementará los salarios de muchos sectores de actividad feminizados donde actualmente se están devaluando los salarios por medio de los convenios de empresa.

Desde la FeSMC UGT presentamos, para este 22 de febrero de 2022, el siguiente informe con el fin de visibilizar las brechas salariales de género existentes en los sectores de la Federación. Accede aquí al informe: Informe brecha salarial FeSMC 22-02-2022

22 DE FEBRERO: La brecha salarial en los sectores de la FeSMC-UGT